-Las delegaciones del Govern en Londres y Berlín cuestan 180.000 euros anuales-
Vaya con este gobierno de izquierdas. Vaya con la austeridad en tiempos de crisis. Vaya con reclamar que no hay dinero para los servicios públicos. Vaya con tapar vergüenzas haciéndose la víctima....
¡¡¡Vaya con reírse de la gente que paga vuestros aires de grandeza a precio de oro!!!
El Gobierno catalán facilita los datos en respuesta a las preguntas parlamentarias planteadas por C's
31/08/2008 Europa Press
La Generalitat gastará este año más de 180.000 euros en concepto del alquiler, habilitación y mantenimiento de las delegaciones abiertas este año en Berlín (Alemania) y Londres (Reino Unido), que dependen directamente del vicepresidente del Govern, Josep Lluís Carod-Rovira.
Así se desprende de preguntas parlamentarias por escrito de los grupos del PP catalán y C's recogidas por Europa Press. Según las respuestas, del propio Carod o la secretaria de Exteriores, Roser Clavell, cada delegación cuesta anualmente unos 90.000 euros, a lo que se deben añadir gastos del personal contratado y sueldo del delegado, que está equiparado al de un director general de la Generalitat.
La Generalitat se marcó como objetivo para 2008 abrir cuatro delegaciones: Alemania, Reino Unido, Francia y Estados Unidos. Al frente de la francesa, que también representa a Catalunya ante la Unesco, se ha situado al hermano de Carod, Apel·les.
En otoño, prevén abrir en Nueva York la cuarta delegación en el extranjero, y en lo que queda de legislatura --hasta 2010-- se abrirán dos más en América: México y Argentina. En total serán seis, lo que "no excluye la posibilidad de abrir delegaciones en otros países", aseguró Clavell en respuesta al PP.
La delegación de Berlín cuesta a las arcas públicas de la Generalitat más de 91.000 euros al año, según los datos oficiales del Govern. Concretamente, el alquiler de sus dependencias asciende a los 13.289,51 euros anuales --impuestos incluidos--, a los que hay que añadir 5.720,67 para funcionamiento y mantenimiento ordinario. A estos datos, hay que añadir que el coste del acondicionamiento de las oficinas y su puesta en marcha se elevó a los 72.350,75 euros. La oficina abrió a principios de abril, dirigida por Martí Estruch.
La delegación en Londres cuesta unos 90.000 euros, gastos de personal aparte: el sueldo del responsable --Xavier Solano--, y, además, la Generalitat prevé incorporar este año un empleado para las tareas técnicas.
En total, el alquiler de la nueva delegación cuesta unos 1.200 euros al mes, y como la oficina abrió en junio, durante este año se abonarán casi 8.900 euros en este concepto. Hay que añadir los más de 22.800 euros que se estima que costará su funcionamiento y mantenimiento anual; y los 58.405,4 que ha costado su condicionamiento y puesta en marcha.
Se estima que en Londres viven unos 3.000 catalanes, aunque el objetivo de la delegación no sólo es atender a este colectivo y establecer relaciones con las instituciones británicas, sino también estrechar los lazos entre Catalunya con las administraciones de Escocia y Gales.
Según dijo Clavell en otra respuesta parlamentaria, a pregunta de CiU, el cuarto encuentro de 'casals' y comunidades catalanas de todo el mundo celebrado en Tarragona, que reunió a 250 personas del 21 al 25 de abril, costó 261.801,25 euros.
Por partidas, los billetes de ida y vuelta de los asistentes costaron 121.201,07 euros; el alojamiento, más de 68.000; el alquiler de espacios, unos 14.000; los desplazamientos, 16.300; la manutención, casi 30.000; la contratación de personal, unos 3.200, y la impresión de material promocional y de comunicación, más de 8.000.
VIAJES A BERLÍN Y MARRUECOS
En respuesta a preguntas del PP se concreta el coste de los viajes oficiales en los últimos meses. El de Berlín, cuya comitiva encabezó Carod, costó 15.136,15 euros, de los cuales 5.362,16 correspondieron a billetes de avión; 4.277,5, a alojamiento; 3.345,5, a desplazamientos internos, y 2.150,99 a manutención y otros gastos.
Acudieron Carod, Clavell, el jefe de la Oficina del Gabinete del vicepresidente, su responsable de Comunicación, su jefe de protocolo, una técnica de prensa, un intérprete y un fotógrafo. También viajó el director general de relaciones internacionales y un grupo de diputados de la Comisión de Acción Exterior y UE del Parlament.
En abril se organizó un viaje oficial al Marruecos, liderado por el presidente catalán, José Montilla, para reforzar "los lazos institucionales entre los gobiernos marroquí y catalán" y consolidar las relaciones económicas entre ambos territorios.
Además de Montilla, fueron su jefe de comunicación y una redactora del Gabinete de prensa; el asesor del presidente para Políticas Internacionales, Albert Moreno; el coordinador de Relaciones Institucionales del Área Metropolitana de Barcelona, Joan Miquel Roca; el jefe de protocolo de Presidencia, Carles Fabró; el fotógrafo oficial del presidente, una técnica de protocolo, un intérprete y tres escoltas.
En total, el viaje costó a la Generalitat 70.414 euros, 36.680.20 de los cuales en concepto de transporte, 10.782,48 en alojamiento, y 22.951,32 en otros gastos y manutención.
NOTICIA relacionada: En la sección de OPINION en EL PAIS titulada 'Contra la crisis, ¿embajadas?'
( Aquí les pego la notícia relacionada)
http://www.elpais.com/articulo/opinion/crisis/embajadas/elpepuopi/20080831elpepiopi_6/Tes
Contra la crisis, ¿embajadas?
DAVID JAVIER SALUDES - Barcelona - 31/08/2008
El Govern de la Generalitat de Catalunya nos sorprende con la apertura de seis nuevas embajadas en Estados Unidos, Argentina, Alemania, Reino Unido, Francia y México.
Uno se pregunta si la actual situación de crisis económica, de drama para muchas familias que no pueden llegar a fin de mes, es percibida por quienes gestionan los impuestos que pagamos. Si lo perciben, desde luego lo disimulan a la perfección.
El Govern de la Generalitat no tiene competencia en política exterior, ésta es exclusiva del Estado; por tanto, las embajadas de la Generalitat son, desde el punto de vista de interés para el ciudadano y las empresas, inútiles y caras, muy caras. Se podrían calificar de expolio fiscal del Govern frente a los que pagamos impuestos por utilizar éstos en algo que ningún beneficio aporta al contribuyente.
En lugar de subvencionar guarderías en el sur de Francia o abrir embajadas podrían dedicarse a contratar médicos que aliviaran las interminables colas en urgencias, a construir infraestructuras ferroviarias o a levantar peajes, por citar tres ejemplos. Los delirios de grandeza de algunos políticos deberían asumirlos sus bolsillos y no los nuestros.
El mayor de los presupuestos no sirve para nada en manos de quien no tiene capacidad para comprender lo que se denomina el "interés general".
martes, 2 de septiembre de 2008
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